sábado, 27 de septiembre de 2008

Escuchar y apreciar

Primero de todo agradecer a todos aquellos que han puesto comentarios. Es un placer poder leerlos. ¡Gracias!
Bien, hoy os traigo un video. No hace falta verlo, sólo escucharlo. Y sobretodo saber apreciarlo.
Es magnífico. Seguro que lo conoceréis. Es la novena sinfonía de Beethoven .
¿ No os emocionáis al escuchar algo escrito años atrás y tan increíblemente bonito?
Ya me contaréis.
Os dejo el enlace porque todavía no sé subir vídeos directamente desde la página web de youtube, si alguien lo sabe que me lo diga. Gracias.

Rocío Portales

jueves, 25 de septiembre de 2008

Cosas de la vida

Sabéis, hay veces que la vida nos da grandes oportunidades. Oportunidades que hemos de apreciar y saber valorar. Oportunidades que sólo pasarán una vez en nuestra vida. Aprender a vivir estos momentos es algo que a todos nos cuesta un poco. Somos capaces de dejar pasar oportunidades por el simple hecho de no disfrutar lo que estamos haciendo.
Merece la pena en esta vida luchar por las cosas que queremos porque luego nos arrepentiremos. Merece la pena valorar lo que nos rodea : amigos, familia, trabajo, estudio, etc... porque al fin y al cabo por esas cosas son por las que nos levantamos cada mañana. No nos debe asustar coger caminos de los cuales no sepamos el sentido. Porque todo camino tiene un fin y una recompensa.
Todos somos personas con valor, y ese valor hay que utilizarlo siempre. Nunca lo olvidéis.
Rocío Portales
PD: ¿ Merece la pena pensar en esto ?...Vosotros mismos...

miércoles, 24 de septiembre de 2008

No está mal para empezar

Me gustaría inaugurar este blog, que por cierto espero que visitéis, con algo que me conmueve bastante. Es un texto de Manuel Rivas. Sí, sí, justo el que habéis visto cuando habéis leído el título del blog.

Somos lo que soñamos ser y ese sueño no es tanto una meta como una energía. Cada día es una crisálida, cada día alumbra una metamorfosis. Caemos, nos levantamos. Cada día la vida empieza de nuevo.
La vida es un acto de resistencia y de reexistencia. Vivimos, revivimos. Pero todo se sostiene en la memoria. Somos lo que recordamos. La memoria es nuestro hogar nómada. Como las plantas o las aves emigrantes, los recuerdos tienen la estrategia de la luz, van hacia adelante a la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor.
Hay un dolor parecido al dolor de muelas, a la pérdida física y es perder algún recuerdo que queremos. Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida. Por eso hay una clase de melancolía que no atrapa, sino que nutre la libertad. En esa melancolía, como espuma en las olas, se alzan los sueños.
Sabéis...este texto no tiene sentido si no pensamos en lo que nos dice. Ánimo. Cuidaros!